El concepto Bodhisattva, empieza a surgir con el nacimiento de los nuevos budistas, atrás habían quedado los que buscaban la iluminación en forma personal e individualista, la escuela de los ancianos, el pequeño vehículo (hinayana) daba paso a un nuevo movimiento vigoroso y lleno de energía, los jóvenes que heredaban el viejo Budismo comprendían la necesidad de una nueva forma, de un movimiento expansivo, nacía el gran Mahayana.
Ya no todo apuntaba a la salvación individual, una nueva era en la historia del Budismo sustentada en solo un principio universal, el Budhismo alanzaba cada vez más prosélitos dentro del pueblo, laicos, comerciantes, nobles y gobernantes veneraban las reliquias y las doctrinas del Budha ese ideal es el del Bodhisattva, un nuevo movimiento de misioneros, devotos y pensadores.
Bodhisattva aquel que renunciaba a su propia iluminación en post de la salvación de todos los seres vivos, así nacía el amor compasivo, desde aquí saldrá una diáspora con nuevas enseñanzas y escuelas que nutrirán una nueva espiritualidad o un movimiento que dejaba de ser una corriente filosófica, para convertirse en una religión universal; partiría de India hacia China, Corea, Japón; una nueva corriente que tomaría más fuerza con el nacimiento del cristianismo 500 años después de la muerte del Budha; la Iluminación ya no se alcanzaba solo con meditación , ascetismo y sacrificio individual, sino con el sacrificio por el otro, por el dar la vida por aquel, por entender “Que no se puede ser feliz en este mundo si hay gente que sufre”; en todos los Sutras del Mahayana o al menos en los que han sido aceptados con mayor vigor ideológico y popularidad queda bien claro el Bodhisattva y llegando a las puertas del nirvana se niega a entrar entendiendo que detrás dejaba a una humanidad sufriente, el concepto de ayoidad tomaba otra dimensión el Yo no era solo un elemento a destruir pasaba a ser un elemento que se desconcentraba de sí mismo para disolverse en la humanidad sufriente.
EL SUTRA DEL LOTO
Se puede decir que el corazón de todas las enseñanzas del Budha están contenidas en este Sutra, El Capítulo 20 “El Bodhisattva nunca menospreciando” (versión de Acharia) es visto por muchos estudiosos de este Sutra como la idea terminada del Bodhisattva, el Bodhisattva nunca despreciando llega a soportar todo tipo de maltrato, dolores y ofensas en post de su ideal en que todos somos Budhas, y muestra que está sola actitud de vida será la única practica que lo llevara a la iluminación venerando como a un Budha futuro a todo quien se le cruce, sin hacer distinción alguna.
En el (Capítulo 25) Guanshiyin o Avalokitesvara, el Bodhisattva que contempla todos los sonidos del mundo, la imagen del Bodhisattva queda concluida ya como una práctica de poder, el Bodhisattva a través de sus votos salva a quien con solo invocar su nombre, en cualquier situación de dolor, riesgo o peligro lo necesite, la imagen del Bodhisattva que sufre en forma pasiva, para luego alcanzar la iluminación, “Jamás despreciar” (capitulo 20) adopta una forma nueva en el (capitulo 25) un Bodhisattva que cumple una misión distinta ayudar, a los seres que con devoción lo invoquen. Y es esta representación del Bodhisattva la que más éxito tuvo en el pueblo, entre los campesinos y comerciantes, hoy en dia todos los templos le rinden culto, ya sea en forma de Kuang Yin la madre misericordiosa en China, Kannon en Japón, el Bodhisattva redentor recorre poco a poco el mundo asiático, capaz de adoptar 34 formas distintas en su afán de salvar a la gente.
En el Sutra, si bien los elementos más representativos del Bodhisattva son el (capítulo 19, 20, 23, 24, 25), en todos ellos toma vida desde distintos ángulos y formas, dando a entender la variedad más que extensa, de formas de prácticas bodhisattvicas, lo que el Bodhisattva representa y como en cada caso la diferencia radica en ajustarse a la necesidad y capacidad de la gente, desde los extremos mas insólitos, el Bodhisattva estará presente bajo cualquier forma, situación y lugar, con el solo fin de redimirnos del dolor, o presentarnos el Dharma glorioso.
Por esta razón, todos los que transmitan una sola frase de este Sutra, lo copien o lo reciten, estarán llevando paz y felicidad a todo el mundo sintiente. Todos los que invoquen el Daimoku del Sutra del loto, los que los que lo enseñen, los que deseosos de aliviar el dolor ajeno lo compartan, los que esperan el momento para transmitir el Daimoku son los verdaderos Bodhisattvas de la tierra del (capitulo 15), los únicos bodhisattvas a los cuales Shakyamuni les encarga la misión, los que presencian la eterna y cósmica Ceremonia del Aire, los que emergen de la tierra danzando y bailando felices de tener tan invaluable misión, los que con diez, mil, diez mil, con ningún seguidor o solos, siguen adelante enfocados en un único punto la transmisión del eterno Dharma, los sietes caracteres del Daimoku.